Elisa Carrió recibió en su casa de Capilla del Señor a Marcelo D’Alessandro
La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, le transmitió durante las últimas horas al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que está disconforme con su decisión de acelerar la salida del Ministerio de Justicia y Seguridad de Marcelo D’Alessandro, quien quedó en la mira a raíz de la filtración ilegal de chats y la denuncia por el viaje que compartió a Lago Escondido con jueces, fiscales y directivos de Clarín. De hecho, invitó hoy a almorzar al funcionario saliente a su casa en Exaltación de la Cruz para transmitirle su “total respaldo”.
A Carrió, aliada táctica de Larreta en el esquema de Juntos por el Cambio, tampoco le agrada el desembarco de Eugenio Burzaco, exsecretario de Seguridad durante la gestión de Mauricio Macri. Burzaco asumirá el lunes próximo el cargo que deja D’Alessandro. “Esto es un error de Horacio. Sé lo que viene para la Argentina” , deslizó, críptica, desde su refugio. ¿Qué tormenta pronostica? Por ahora, Lilita prefiere callar.
Pese a que preservará el perfil bajo y hará culto al silencio hasta Semana Santa, Carrió siguió con atención las últimas novedades sobre el caso de D’Alessandro, quien confirmó ayer la renuncia a su cargo. Ella confiaba en que Larreta repondría al ministro una vez que finalizara la licencia temporaria. Eso habían acordado con el jefe porteño a principios de enero cuando la cofundadora de Cambiemos salió a marcarle la cancha a su socio: le dijo que no podía desplazar a su ministro porque convalidaría de esa manera una maniobra de inteligencia ilegal.
A principios de enero, Carrió apuntó contra el entorno del alcalde, que buscaba una salida para descomprimir la tensión. Es más: la exdiputada impulsó una denuncia contra el exjefe del Ejército César Milani, a quien acusó de estar detrás de una supuesta “mesa militar” que realizó espionaje clandestino.
“No estoy de acuerdo y se lo hice saber a Horacio”, repitió Carrió en la intimidad de su casa en Capilla del Señor cuando se enteró de que Larreta había acelerado la salida de D’Alessandro. La referente de JxC fue la principal escudera de D’Alessandro, con quien tiene un vínculo estrecho. Carrió y Larreta se vieron la semana pasada, cuando la exlegisladora viajó la Capital para saludar a Gerardo Morales en el Gran Rex por su lanzamiento presidencial. Cenaron con la pareja del alcalde, Milagros Maylin.
En la conversación con el exministro porteño en Capilla del Señor, Carrió se interiorizó sobre la situación judicial y personal de D’Alessandro. Dejó trascender que no avala la incorporación de Burzaco y teme un “retroceso” en la gestión de seguridad de la Ciudad. Quienes la tratan la perciben inquieta por el clima social en la antesala electoral.
Según Carrió, Larreta debía sostener a su funcionario pese a las presiones del kirchnerismo. “Nunca sacaría a alguien de un gobierno sobre la base de una escucha ilegal, al contrario, lo reconfirmo en el cargo. Porque vienen por él”,
Carrió estaba convencida de que Fernando Pocino, exintegrante de la exSIDE, también estaría detrás de las “escuchas” al ministro de Larreta. Por eso, la líder de la CC activó una denuncia penal para que la Justicia investigue si Milani está al frente de un aparato de inteligencia ilegal para espiar a opositores y periodistas. La presentación fue realizada por Paula Oliveto y Juan Manuel López. Recayó en el juzgado de María Eugenia Capuchetti y quedó a cargo del fiscal Ramiro González.
Según Carrió, existe una vinculación entre el hackeo que sufrió D’Alessandro y las comunicaciones entre espías que se produjeron el día en que el fiscal Alberto Nisman apareció muerto en su departamento. “Son los mismos tipos que hablaron el día del asesinato de Nisman”, remarcó Carrió.
A través de un comunicado, D’Alessandro confirmó ayer su renuncia después de que trascendiera que Larreta aceleraba su salida. Se habían reunido la semana pasada y cerraron el tema con una charla durante las últimas horas. Desde el entorno del jefe porteño deslizaron que D’Alessandro expresó dudas de volver al cargo y que prefería abocarse a su defensa judicial. Quienes lo trataron al exfuncionario durante los últimos días ofrecen otra versión: no está conforme con su desvinculación, por más que Larreta diga que formará parte de los equipos de Pro.
Durante las últimas horas, Larreta y D’Alessandro charlaron para terminar de definir la salida del gobierno. Desde Uspallata aseguran que el exministro continuará ligado a los equipos técnicos que diseñan el plan presidencial del jefe porteño (Exaltación Noticias)